Todo comienza en el año 1983, cuando la hermana Sonia Labraña llega desde San Fernando a hacerse cargo de nuestra Iglesia por un período de prueba de 2 años.
Junto a su familia, dado que en aquellos tiempos era difícil la parte laboral,se vio en la necesidad de emigrar en busca de trabajo.
Debido a esta situación nuestro Pastor Heriberto Bravo de la iglesia de San Fernando decide
nombrar como encargado de la obra de Marchigue al joven Jaime Carvajal Moreno.
Estatutariamente nuestra iglesia Metodista Pentecostal Nacional con sede en San Fernando, exigía ciertas condiciones para hacerse cargo como: una edad mínima y estar casado idealmente.
Ya en el año 1985, se comienza con la ayuda de mi Señor a predicar en el pueblo. Posteriormente la iglesia de san fernando enviaba jóvenes coristas en ayuda de manera esporádica, me acompañaban y fue así como se fue uniendo más gente. Hasta que pudimos arrendar un pequeño lugar, para comenzar a funcionar.
De acuerdo a la libertad de culto, hace 20 años atrás, se nos otorga el derecho público para funcionar y la personalidad jurídica, para realizar nuestra prédica y entregar todos los sacramentos de igual forma que la iglesia Católica .
Debido a la escasez laboral no estuvimos exentos de tener tiempos con una reducida membresía, ya que nuestros hermanos debían salir en busca de mejores trabajo.
Pero aun así nunca nos faltó la compañía de nuestro señor.
Posteriormente, me casé y formé mi familia.
En el año 2005, la señorita Enedina Farias nos dio la posibilidad de comprar esta propiedad, y se nos escrituró en forma anticipada, ya que no teníamos dinero para comprarla de forma inmediata. Pero se comprometió a la compra y con la ayuda de Dios, logramos reunir el dinero y pagarla antes de cumplir un año. Lo tomamos como una respuesta divina y confirmamos una vez más que para Dios “Nada es Imposible”.
En el año 2015 ya con la llegada de los primeros emigrantes Haitianos, donde nuestra iglesia cumplió un rol muy importante, ya que en Haití la religión predominante es la Cristiana. Hicimos de puente para ayudarlos a legalizarse, que se acomodaran con sus familias, ya que llegaron a nuestro país sin nada. De esa manera, se fue haciendo chico el lugar y continuamos avanzando, comprando materiales de a poco, estando en esas condiciones casi cinco años.
El año 2021, nos vimos en la obligación de construir un lugar más grande, porque el templo había quedado chico. Nunca nos faltó dinero para ir comprando materiales, de a poco y con la colaboración de muchas personas logramos salir adelante y terminamos de construir nuestro Templo, ahora recién inaugurado el domingo 26 de febrero del 2023.
Y así nuestra historia continuará siempre, si más adelante se nos vuelve a hacer chico el templo, volveremos a ampliarnos con la ayuda de Dios.
Nosotros no somos familias acomodadas por lo tanto, lo que logremos es con nuestro trabajo y con el sacrificio de nuestros hermanos.
Nuestra misión es predicar el evangelio a todas las personas, para que logren entender y conocer que Dios es el camino la verdad y la vida. La muerte no es sinónimo de descanso, si no se logra preparar un camino, la gente puede seguir sufriendo en la otra vida. Por eso nuestro objetivo es preparar a esas personas para llegar al reino de Dios.
Nuestra iglesia se compone de testimonios vivos, de personas que no han tenido la posibilidad de insertarse en la sociedad, de rehabilitarse y retomar su vida, de marginados por la sociedad.
Es así como tenemos grandes testimonios de hombres y mujeres que has recibido respuesta a peticiones ya sea de salud tanto física como espiritual que solo Dios en su infinito amor y gran poder a respondido y a llenado el gran vacío de sus vidas y eso nos demuestra que Dios está presente para todo aquel que le pide, no importando raza , color , ni condición social.
En nuestra iglesia hay una parte social, que la asumen las hermanas durante la semana. Se llama la Sociedad de Dorca, se reúnen enseres y alimentos, para entregarlos a los más necesitados.
En una oportunidad se enteró de nuestro quehacer al alcalde anterior, y quedó muy sorprendido por nuestra labor, que se realiza en forma silenciosa en su comuna.
Nosotros no estudiamos para ser Pastores, ni predicadores, solo nos vamos instruyendo de la experiencia y de la palabra de Dios, nos vamos retroalimentando. Actualmente hay congregaciones que están abriendo escuelas para enseñar a predicar y preparar para liderar nuestra congregación. Pero nosotros optamos por la palabra directa con las personas cara a cara, eso es lo que nos retroalimenta y de esa manera percibimos la gracia de Dios, a través de la humildad, de la sencillez, eso es lo que la palabra de Dios nos concede.
Así nace nuestra iglesia en Marchigüe.
¿Qué requisitos se exigen para que las personas puedan integrar esta iglesia?
Acá no pedimos condiciones ni dinero para que puedan ingresar a nuestra iglesia. Recibimos a todos, por igual. El problema es cruzar esa puerta, es haber vencido a nuestro propio enemigo, “La Vergüenza de Pensar Distinto”. En palabras muy sencillas, los invitamos a pasar a nuestra iglesia sin dar nada a cambio. Se han recibido personas de otras religiones, y han pasado a pedir que oremos por ellos. Así tenemos muchos casos de la vida diaria, donde se recibe a quien lo necesite.
Los pastores tenemos la gran misión de ir reuniendo gente y seguir predicando, partiendo de cero. Vamos avanzando en este camino y jerárquicamente vamos ascendiendo. Actualmente yo tengo el cargo de Pastor Diácono, quedándome solo un gran paso para culminar mi carrera pastoral, y me siento muy orgulloso de ello, que con tan poco hemos logrado mucho, por esas personas que lo necesitan y que necesitan nuestra contención.
Existen dos eventos grandes en el año, la Convención General, que dura tres días en donde se hace una subconvención, donde se preparan los temas para la convención general.
Nuestra iglesia permanece abierta siempre, con el fin de acoger a quien lo necesite y en la humildad está la palabra de Dios.
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